El día 18 de diciembre de 2009, nos invitaron a celebrar una fiestecilla muy particular en la Residencia Yayo Toni, donde se encuentra mi madre como interna.
Nos presentamos mi esposa y yo ( Clemente el hijo de Paca Méndez), entramos y nos encontramos con la grata sorpresa de que unos niños/as estaban deleitando a los ancianitos con música de violín, nos pareció muy bonito y emotivo el acto, nos encantó la harmonía que se respiraba en el lugar, el cariño con que los tratan y los detalles que tuvieron con ellos, pues además de ofrecerles una merienda-cena maravillosa, tomaron los que pudieron un poco de cava para celebrar la Navidad con sus familiares, y un regalo como detalle final, cada uno recibió el suyo, los que asistimos a esta particular fiesta nos sentimos muy a gusto, también nos ofrecieron merendar, beber un poco y un trocito de rico pastel con su correspondiente copita de cava.
Ah se me olvidaba resaltar lo bien que entonamos el 25 de desembre, fum, fum, fum, todos a una, por una buena navidad.
Muchas gracias a la Directora Nidia, y como no a todos los que colaboraron con su trabajo, pues los cuidadores además de trabajar nos dieron muestras de cariño, de amabilidad, de servicio, lo hacían con mucha ilusión, se nota que les gusta su trabajo, gracias a todos, en nombre de mi esposa Carmen y en el mío propio.
Gracias también al centro o sea a la Dirección Central, por esta atención en unas fechas tan señaladas como es la Navidad, gracias por su sensibilidad hacía estas personas, que aunque muchas no se den cuenta de lo que se está haciendo por ellos, creo que en el fondo sienten alegría, sosiego, esa dulzura de su personal, gracias de nuevo, gracias es una palabra tan amplia que puede ser altamente gratificante que no me canso.
Tengo que decir que desde hace muchos años, mi madre disfruta de los servicios de esta Residencia y siempre nos hemos sentido muy a gusto con su trato, esperamos poder seguir contando con su atención durante muchos años más.
También tengo que lamentar y tengo un recuerdo para ellos, para los trabajadores que no están, que eran unas bellas personas y para las abuelas/os que en este tiempo han dejado de estar entre nosotros.
Salud y larga vida a todos.
Clemente García Méndez, hijo de Francisca Méndez Navarro.


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